|
|
|
El llavero es un elemento que sirve para perder todas las llaves al mismo tiempo.
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
El que guarda siempre tiene.
Donde comen dos, comen tres.
De tal palo tal astilla.
A buen entendedor pocas palabras.
La esperanza es lo último que se pierde.
Gustos y colores, los que cada uno prefiera son los mejores.
Ni primavera sin golondrina, ni alacena sin harina.
Olla con gallina, la mejor medicina.
Fruta nueva... ¿quién no la prueba?
No hay mejor reloj ni campana, que comer cuando da la gana.
Con azúcar o miel, todo sale bien.
Comida gustosa: un poquito de cada cosa.
Si la mar fuera vino, todo el mundo sería marinero.
Aceite y romero frito, bálsamo bendito.
Barriga llena, quita pena.
Fiesta sin comida, no es fiesta cumplida.
En verano, no hay cocinero malo.
De escarola y agua bendita, cada uno toma lo que necesita.
El camino de la boca, nadie lo equivoca.
No habiendo lomo, de todo como.
Calabaza, calabaza, cada quien para su casa.
A quien cuece y amasa, de todo le pasa.
Ave que vuela, a la cazuela.
Pescado de buen comer, del mar ha de ser.
Si tienes alubias, garbanzos o lentejas... ¿de qué te quejas?
Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero.
Carne blanda y vino puro, alimento seguro.
El habito no hace al monje.
A caballo regalado no se le mira el diente.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.